Escudado en el blanquecino fulgor
que destella en la noche eterna,
me perfilo una psicotica sonrisa,
atormentada, al versela escapar
la vida entera.
Cimientos esparcidos,
en recuerdos desperdigados,
letras sin sentido
hierven en su pensamiento.
Sin Alma, Sin la Idea
que le dio forma y vida,
se recluye eremito
en la locura de la cordura,
que le llevo a este extremo.
Mira al cielo, y cobra la bruma vida en sus ojos.
Y rie euforico, y sin sentido;
Eterno feretro de versos le serviran de cama,
cuando Ella, la Parca, en la noche oscura,
languida y sin Luna, reclame lo ultimo que le queda.
su cuerpo fisico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario